jueves, 15 de diciembre de 2011

De a poco los ojos se desperezan y se sientan en la mesa de las pasiones. Se despertaron y andan pidiendo resplandores y sombras, aunque sea desde el rayo más sutil.

La música y la curiosidad se ríen contentas, hace mucho que no se veían.




jueves, 1 de diciembre de 2011

"Yo me nazco, yo misma me levanto,
organizo mi forma y determino
mi cantidad, mi número divino,
mi régimen de paz, mi azar de llanto.
 
Establezco mi origen y termino
porque sí, para nunca, por lo tanto.
Soy lo que se me ocurre cuando canto.
No tengo ganas de tener destino."
 
María Elena Walsh.




Hay días raros dando vuelta por el aire.
Tormentas, dragones y vientos que agitan las energías y el alma. Ya veremos si mañana la noche se lleva mejor con esta luna y me presta alguna sonrisa que ande por ahí, flotando.


domingo, 20 de noviembre de 2011

Cuando llueve

Para los científicos, la lluvia es un fenómeno atmosférico, que se da por la condensación del vapor de agua contenido en las nubes.

Para quienes tienen necesidades que nadie cubre, la lluvia inundada casas, corta luces, embarra calles y hasta moja a veces lo único que se tiene.

Para los chicos, la lluvia hace a un espeso recreo en el aula o en el patio que retumba.

Para los mayas la lluvia era una bendición de fertilidad y pureza, y una buena cosecha para esa temporada.

Para mí, la lluvia moja, limpia, revive, nutre, refresca, acalla y algunos días también me hace acordar de que deje la ropa colgada.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Permiso Liniers, te lo pido prestado un ratito...




...es que explicas muy bien las cosas.

lunes, 14 de noviembre de 2011



Calle lisa. Las ruedas avanzan y yo con ellas, jugando con el camino de un lado al otro. Una esquina queda atrás, otra esquina, una más, me pierdo...


Los ojos al frente solo están atentos a algunas luces por mí. La noche es absoluta y el silencio me ayuda a encontrar el mío. No tengo apuro, no voy a ningún lado aunque ya sé qué camino me va a llevar allá. 

Una calle de árboles viejos, que componen su sinfonía, sube hacia un horizonte que no puedo ver y luego me regala una bajada tranquila. Mi cuerpo descansa y sólo se deja llevar, mientras el viento me juega una carrera. Entrecierro los ojos y voy.


lunes, 7 de noviembre de 2011

....

Me enseñaron un juego y te lo quiero enseñar. ¿Puedo?

Si quiero algo con vos, solo me busco en tus ojos y te pregunto, ¿Puedo?

Creo creer que sí, pero la verdad es que no sé, ¿Puedo?

Vos también me podés preguntar, me gustaría contestar tu, ¿Puedo?

A veces es difícil curiosear, uno se siente débil al buscar un ¿Puedo?

Pero la vida va por ahí, va por saber mirar y si miedo indagar, ¿Puedo?

Esta claro que vos podes, pero antes te quiero preguntar... Yo, ¿puedo?

viernes, 4 de noviembre de 2011


El loco de la estación 

(Contrafarsa)




En una esquina anaranjada del barrio la ilusión
Bajo una luna enamorada sentada en un farol.
Hay 17 gladiadores templando el corazón
Deseosos de a ir a dar batalla armados con su voz

Son almas incondicionales del Dios del Carnaval
Y soplan como temporales que llegan desde el mar
Llevan guardado en las miradas todo el calor del sol
Y entregan cada madrugada el beso del adiós

Se dice que nos insensibles y no tienen razón
si cuando un niño les sonríe les roba el corazón.
Se dice que son invencibles y están en un error  
Si muchos dejaran la vida cantando su canción










domingo, 30 de octubre de 2011

Una vez más, los tambores no callaron...

Se reunieron, sus tambores los hicieron reunirse. 
Debatieron, el fuego templó sus cueros y sus voces, y en paz y con respeto hablaron de mucho. 
Se miraron las caras, conocieron sus ojos, nos hicieron conocer sus pasiones y compartieron esa emoción. 





Ayer "Los tambores no callan" se reunieron en la Biblioteca Popular de Barracas y nos invitaron a quienes no los conocíamos mucho, a ser parte de eso tan contundente que hacen cada vez que algo nuevo los convoca. 
Mucha gente hermosa compartió su experiencia y su trabajo profundo en esta propuesta musical, en apoyo a causas sociales. 




Compartieron eso que nos convocó a todos por igual, la pasión por la danza y el toque de candombe afro montevideano, y el compromiso por hacer escuchar algunas voces. 
Invitan a ser parte activa de esta construcción colectiva, una movida que abre las bocas, los oídos y los cuerpos a no callar más.


Una hermosa noche, gente muy linda y ojos con ese brillo que uno sabe que nunca se va a apagar. 


No podría explicarlo todo. Conozcan y vengan, da ganas de no quedarse nunca más quieto y mucho menos callado.
www.lostamboresnocallan.blogspot.com

lunes, 24 de octubre de 2011

Instrucciones para cantar

Empiece por romper los espejos de su casa, deje caer los brazos, mire vagamente la pared, olvidese
Cante una sola nota, escuche por dentro. Si oye (pero esto ocurrirá mucho después) algo como un paisaje sumido en el miedo, con hogueras entre las piedras, con siluetas semidesnudas en cuclillas, creo que estará bien encaminado, y lo mismo si oye un río por donde bajan barcas pintadas de amarillo y negro, si oye un sabor pan, un tacto de dedos, una sombra de caballo. Después compre solfeos y un frac, y por favor no cante por la nariz y deje en paz a Schumann.


Julio Cortázar

martes, 18 de octubre de 2011

Confesión del Viento

El viento me confió cosas
que siempre llevo conmigo,
me dijo que recordaba
un barrilete y tres niños,
que el sauce estaba muy débil,
que en realidad él no quiso,
que fue uno de esos días
que todo es un estropicio.

Me dijo que los pichones
a veces de apresurados
caen al suelo indefensos
y él no consigue evitarlo.
Me habló de arenas de agosto,
de cartas de enamorados,
del humo en las chimeneas,
del fuego abrazando el árbol.

Iba quebrado de culpas
y seguía confesando.
En su lomo de distancias
no cabalgaba ni un pájaro.
Era un fantasma ese viento,
un alma en pena penando
y en ese telar de angustias
tejió sus babas el diablo.

Me dijo que recordaba
que en realidad él no quiso.
un barrilete y dos niños.
Me habló de arenas al cielo
y chimeneas al piso,
de cartas de enamorados,
que todo es un estropicio.

Era un fantasma ese viento,
tejió sus babas el diablo,
iba quebrado de culpas
y no consigue evitarlo.
En ese telar de angustias
el fuego abrazando el árbol,
el sauce estaba muy débil
y seguía confesando.


Le pregunté por las chapas
del techo de los de abajo
dijo: “el hombre ha de luchar
para conseguir los clavos
en vez de hincarse a rezar
para olvidar sus quebrantos
o de sentarse a esperar
regalos eleccionarios”.

Me sorprendió la respuesta
pero no quise atajarlo,
pues cuando lleva razón
vaya, ¡quién quiere pararlo!

El viento me confió cosas
que siempre llevo conmigo,
que siempre llevo conmigo.



Letra: Roberto Yacomuzzi
Música: Juan Falú