martes, 30 de diciembre de 2014


El otro dia tuve una regresión, de golpe volví a estar en la primaria. 
Era curioso lo que pasaba en la fila, nos pedian que dejaramos una baldosa de distancia con nuestro compañero de adelante, cuando todavia no tenia ningun sentido la cercania de otro cuerpo.
Al crecer los espacios se reducían, los cuerpos ya tomaban forma y cambiaban las reglas y ahora habia que dejar dos baldosas, no sea cosa ...

El otro dia volvi a sentirme en el colegio, llegue y estabas ahí... y entonces entre vos y yo, de golpe, aparecieron dos baldosas de distancia.

Nuestra distancia, como en el colegio, no era natural, era medida, impuesta y caprichosa, pero esta vez no por alguien externo, sino por vos, porque ahora no querias jugar más conmigo, y por mi, porque la cercania de tu cuerpo ya no me pasa inadvertida.
Apareció ese espacio lleno de vacío como un campo magnetico de dos positivos queriendo unirse sin conseguirlo. 

La distancia era exacta, como una barrera con la que puedo verte, estar cerca, pero sin acceso a vos.
Me movi alrededor aceptándolo y cuando todo estaba controlado, ordenado, con todo ese aire que pusiste ahí, vos, como si nada te diste vuelta y me dijiste -Veo veo...
Y listo.... de golpe no veo nada mas que a vos.

Todo vuelve a ser un juego y yo vuelvo a ser esa mujer que solo quiere jugar con vos, sin bajar los ojos al piso, sin mantenerme obediente, rozándote, sosteniendo la mirada, volviendo al combate cuerpo a cuerpo. 
Y ese es el problema... a vos te encanta jugar y yo hace rato que me canse de contar baldosas.

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