sábado, 24 de marzo de 2012

24 de marzo de 2012

 Una noche, la noche fue más oscura. Los susurros se confundieron con los gritos, las manos se vaciaron bruscamente y los ojos se taparon con un gran velo de mentiras.
Algunas bocas se callaron con aires densos y aguas turbias, otras fueron echadas a palazos. Y de repente el país entero se quedó mudo.

El silencio tapó todas las ventanas, trancó todas las puertas, hubo fuga, hubo censura, hubo miedo.
Algunas voces comenzaron a incomodar, entonces las obligaron a callar, les callaron la boca. Así, junto al silencio y las ausencias, quedamos de pie frente al olvido.

Y cuando el corazón de nuestra libertad comenzaba a detenerse, un pulso volvió a latir. Un paso y otro más, tenue, pero incesante e incansable desde aquel silencio que sólo el grito de una madre no teme quebrar. Ellas no concibieron olvidar, ni siquiera en tiempos de amnesia obligatoria. Mientras sus pesados pasos latieron cada vez más fuerte en su plaza.

Hoy marchamos. Caminando los senderos que ellas trazaron por la memoria de sus hijos, de sus nietos. Y para que de una vez por todas, nunca más tengamos que decir Nunca Más.




2 comentarios:

  1. me gusta esto que dice la foto: "dijimos nunca mas"...reforzando que es algo que nos proponemos, no es algo que se da. No es "nunca mas" solo, como quien dice "llueve" ajeno a la posibilidad de intervención.
    Que núnca mas suceda esa oscura noche que vos contás es una decisión, que la sostenemos en cada acto que generamos mas que en cada discurso.
    un abrazo!

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    1. Totalmente, que pierda la sonoridad de una frase hecha y que vuelva a tener el peso de cada palabra "dijimos nunca más". Para que se vuelva a leer, que se vuelva a pensar y que por repetirla no deje de tener el peso y la importancia de la primera vez que se dijo.
      Gracias Diego,
      Beso!

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